viernes, 29 de julio de 2011

Locura de amor




Amores, más bien sinrazones, que surgen al dar rienda suelta a esa especie de locura que, en ocasiones, me posee, para poder liberarme de ella,como si catarsis fuera.Vanidad o presunción, tal locura la necesitopara poder imaginar tu mundo, recrearlo, y hacerlo posible. No, no puedo renegar de ella, aún guardando las distancia. En ella te reconozco y gozo con tu utopía. No hay mejor locuraque aquella en la que, para vivir, no basta la realidad de la vida. Sea sinrazón o desventura, qué más da, admitámoslo, mejor estar medio loco que sumergirse en el lodo. Sea divina locura ocupada por el espacio ocupado, imaginado, de tu ser, que transforme mis obras, y lo que no me he planteado nunca, mi búsqueda y mis cuestiones. Quereres o egocentrismo que me lleva a hablar de mi mismo. Locura en la que te pongo voz deseando pasar inadvertido mientras pugno por hacerme oir. Locura como modo de percibir la vida, una manera de ser y sentir, un estado desgraciado consustancial a mi mismo, algo que es mío, auténtica y genuinamente mío. Así que por mis quereres vago por tu mundo como loco, preñándote con los genes negros de las letras de mis versos; aquellos en los que tú yace sreteniéndolos como besos susurrados junto a tus oídos. Dichos, vividos... Amalgama de sentimientos, de colores, de sonidos. Lecturas para la locuraque desfloran tus pensamientos, robándote la virginidad del cauce desbordado en el que se debaten tus amores. Quereres, locura, exasperación, un sentimiento para el que no tengo la palabra exacta para nombrarlo, y para el que querría palabras nuevas, únicas y singulares, y entre las que tu nombre subyace. Tú, mi locura insoslayable, sin elección posible, por la que decidí que lo más cuerdo, nunca sabré si fué lo más sensato, era desbrozarte el camino por el que venías hasta mí llamándome por mi nombre. A él regreso, como esta noche, dejándome seducir sin resistencia, sin ofrecer condición alguna, dejando mis versos como sedimento que se deposita en ese pozo repleto de amores, más bien sinrazones, llámalos si quieres locura.



Se trata de una de las obras más representativas del cineasta Juan de Orduña, con un guión basado en la obra de Manuel Tamayo y Baus.


Cuenta la historia de amor y celos de Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Cuando fallece Isabel la Católica, su hija Juana, casada con Felipe de Habsburgo, vuelve a España para heredar el trono. Antes de marchar, se entera de que su marido le es infiel. A pesar de que le corroen los celos, Juana decide seguir al lado de su marido. Mientras, en la corte creen que su inestabilidad amorosa le impide gobernar, por lo que se conjuran en su contra.


Ficha técnicaGuiónCarlos Blanco, Alfredo Echegaray, José María Permán
IntérpretesAurora Bautista, Fernando Rey, Sara Montiel, Jorge Mistral, Jesús Tordesillas
FotografíaJosé F. Aguayo
MúsicaJuan Quintero Muñoz




Es uno de las películas más populares del realizador español Juan de Orduña. El guión, de Alfredo Echegaray y Carlos Blanco, con la colaboración de José Mª. Pemán, adapta la obra teatral “La locura de amor” (1855), de Manuel Tamayo y Baus. Y uno de los ghrandes éxitos de los mestudios cinematográficos franquistas CIFESA. Se rueda en los Estudios CIFESA (Valencia) y en exteriores de las proximidades. Producido por Juan de Orduña (1900-1974) para CIFESSA, se estrena el 8-IX-1948 (Cine Windsor, Barcelona).La acción dramática tiene lugar entre 1504 y 1506, con un prólogo situado en 1516. A la muerte de Isabel I, la católica (26-XI-1504), Juana (Bautista) es proclamada reina de Castilla en virtud del testamento materno. Casada (1496) con Felipe el hermoso (Rey), soberano de los Países Bajos, se trasladan a Burgos, donde él ejerce el poder real sin contar con la opinión de la Reina. Cuando Felipe muere (25-IX-1506), por accidente o envenenamiento, se hace cargo de la regencia de Castilla Fernando II de Aragón, el católico, que la delega más tarde en el Cardenal Cisneros hasta que el príncipe Carlos (Arce) es proclamado mayor de edad (a los 15 años) y rey de Castilla y Aragón (1516). Juana nunca fue legalmente incapacitada, las Cortes de Valladolid se negaron a hacerlo y siempre fue citada como reina hasta su fallecimiento (1555). Vivió recluida en el castillo de Tordesillas (Valladolid), por decisión de su padre Fernando el católico y de su hijo Carlos I, hasta el final de sus días, a los 75 años de edad.Sobre este fondo histórico el film construye una historia de ficción, de carácter dramático y romántico, con elementos folletinescos y melodramáticos, que se aparta de la verdad histórica. Juana está profundamente enamorada de Felipe, no quiere pleitear con él, es muy religiosa, devota y austera. No acepta levantarse contra su marido Felipe, ni contra su padre Fernando, ni contra su hijo Carlos. Siente celos de las amantes de Felipe y sufre por el comportamiento promiscuo del marido. Felipe es aficionado a la caza, las fiestas y el deporte de su tiempo. Es mujeriego y siente pasión por el poder. Muere a los 28 años.El film suma drama y romance. Forma parte del conjunto de obras sobre temas históricos que en los años 40 y primeros 50 cuentan con gran aceptación de un público popular que sublima sus frustraciones y miserias con relatos épicos y grandes historias, como “Alba de América” (1951), “Agustina de Aragón” (1950) y otros. El estilo narrativo es ampuloso y grandilocuente. Hace uso de diálogos artificiosos y pomposos, que llevan la acción fuera del tiempo y del contexto de actualidad. Exalta los valores patrióticos más gratos al franquismo, como la fidelidad absoluta a la autoridad, la disposición permanente de servicio, la asunción de sacrificios personales por el bien de la patria, el heroísmo en la batalla, la obediencia ciega, la disciplina sin fisuras, la defensa a ultranza de la religión católica, la renuncia a la crítica (equivalente de deslealtad), etc




Presenta a Castilla como un reino asediado por las potencias extranjeras y como víctima de complots urdidos por ellas. De ese modo se hace alusión a hechos del presente: no admisión de España en la nueva ONU (1946), recomendación de la ONU de retirar los embajadores de España (1946), retirada de los embajadores del RU, Francia, etc. España en estos años sólo mantiene relaciones fluidas con Portugal y Argentina, gobernadas por Salazar y Perón, respectivamente.El film no explora el drama interior de Juana, distorsiona la objetividad histórica y omite referencias incómodas. Se prescinde de Aragón, pese a que entre 1504 y 1516 Fernando II de Aragón, el católico, conquista para Castilla el antiguo reino de Navarra. No se cita la existencia de esclavas canarias en la Corte y la esclava musulmana (granadina), Aldara (Montiel), se presenta, con ayuda de complicados equilibrios, como una persona libre, que no es. Vicente Aranda realiza un remake, "Juana la loca", en 2001.Son escenas destacadas la presencia de Juana ante las Cortes reunidas en Valladolid, la recepción pública en la Catedral de Burgos, el duelo a espada del capitán Alvar (Mistral) y Filiberto de Vere (Tordesillas). Reproduce las imágenes de dos cuadros famosos: “Doña Juana la loca” (1877, Museo del Prado), de Francisco Padilla, y, “El testamento de Isabel la católica” (1884, Museo del Prado), de Eduardo Rosales.La banda sonora, de Juan Quintero Muñoz (“Agustina de Aragón”), ofrece composiciones corales religiosas (de difuntos, de acción de gracias...) y cortes vibrantes de acompañamiento. La fotografía, de José F. Aguayo (“A tiro limpio”, Pérez-Dolz, 1963), compone imágenes opresivas y lúgubres, coherentes con el desarrollo de la historia, excelentes perspectivas generales de multitudes (entrada en Burgos) y composiciones de numerosos personajes. Se beneficia, además, de unos decorados suntuosos.


sábado, 23 de julio de 2011

Muerte en Granada


En la madrugada del 19 de agosto, las tropas franquistas fusilaron al poeta y dramaturgo español más famoso y apreciado del siglo XX. Sus ideas progresistas y un modo de vida contrario a los ideales del fascismo le hicieron la víctima perfecta para los secuaces de Franco.

En "Muerte en Granada", mezclando equilibradamente drama e intriga, se indaga en el misterio de la muerte de Lorca a través de la voz de un ferviente admirador suyo: Ricardo Fernández. Los hechos se remontan a diciembre de 1934, en la noche del estreno de la famosa obra de Lorca, "Yerma". En el mismo teatro, un grupo fascista intenta que la obra sea un fracaso insultando a su autor. Entre el público hay un niño de 4 años que queda totalmente fascinado por Lorca y le conoce brevemente en los camerinos, hecho que quedará grabado para siempre en su memoria. 2 años más tarde, Lorca es fusilado, y durante la Guerra Civil, la familia de Ricardo se exilia a Puerto Rico. Pero 18 años más tarde, el chico consigue regresar a España y va a vivir para resolver el misterio que rodea la muerte de su idolatrado poeta.


GUIÓN Marcos Zurinaga, Juan Antonio Ramos, Neil Cohen (Libro: Ian Gibson)

MÚSICA Mark MacKenzie

FOTOGRAFÍA Juan Antonio Ruíz Anchía & Teo Escamilla


PRODUCTORA Coproducción España-Puerto Rico; Enrique Cerezo P.C. / Miramar Films

No es que sea una gran película, pero sirva hoy como homenaje a Lorca en el 75º aniversario de su asesinato.

viernes, 10 de junio de 2011

Viridiana






Sabia mezcla entre narración clásica, goteos surrealistas y personajes esperpénticos (gracias por tu genial "descubrimiento", Ramonciño).Sería un error quedarse en el ataque al catolicismo a la hora de analizar esta prodigiosa película de Buñuel. Está claro que es lo que más puede escandalizar en una sociedad tan mojigata como la española –de hecho, me uno a su feroz embate–, pero también es interesantísima como retablo de las miserias humanas. Ningún personaje se salva, todos son títeres decapitados al final, incluida la compasiva Viridiana, que se delata a sí misma en sus paseos sonámbulos luciendo muslamen, en su desmedido fetichismo (¿una corona de espinas entre el equipaje?: ¡jooooder...!) y en su visita final a la habitación de Jorge.La última cena, un crucifijo que es a la vez navaja, una monja inexperta acariciando las ubres (?) de una vaca...: es necesario revisarla varias veces: nunca dejarán de sorprenderte los nuevos descubrimientos (y redescubrimientos) que harás.Lo mejor, para mí (entre muchas cosas): la bacanal que se montan los interesados mendigos, y eso en lo que casi nadie repara: el personaje de Ramona.




La obra cumbre del cine español de todos los tiempos se erige, aún a día de hoy, como un monumento único de fuerza inigualable. La extraordinaria sutileza del guión, las deslumbrantes actuaciones de unos intérpretes en pleno estado de gracia o el número incontable de símbolos, escenas y matices que sugieren todo tipo de lecturas (entre otras tantas virtudes) le otorgan al film una riqueza más allá de todo análisis. Esta es la obra inmortal de un genio irrepetible.



DIRECTOR
Luis Buñuel
GUIÓN
Luis Buñuel, Julio Alejandro
MÚSICA
Gustavo Pitaluga
FOTOGRAFÍA
José F. Aguayo (B&W)
REPARTO
Silvia Pinal, Fernando Rey, Francisco Rabal, Margarita Lozano, José Calvo, Teresa Rabal, José Calvo, Luis Heredia, Victoria Zinny, Joaquín Roa, José Manuel Martín, Lola Gaos, Juan García Tienda, Sergio Mendizábal, María Isbert
PRODUCTORA
Coproducción España-México; Films 59 / UNINCI / Producciones Alatriste
PREMIOS
1961: Festival de Cannes: Palma de Oro (mejor película) (Ex-aequo)




sábado, 28 de mayo de 2011

Agustina de Aragón




Juan de Orduña vuelve a trabajar con Aurora Bautista en "Agustina de Aragón", producción española de 1950 que recrea el asedio y la batalla de Zaragoza en la Guerra de la Independencia de 1808, de manos de las tropas francesas de Napoleón. Agustina es una mujer que pone su vida al servicio de la tierra y la gente, siendo su actitud de plena importancia en el desarrollo de la batalla y los entresijos zaragozanos.Como no conozco en exceso de los sucesos históricos acontecidos en España en la Guerra de la Independencia no puedo ofrecer un comentario en cuanto a adaptación y recreación de los sucesos narrados, pero por lo que me he informado la propia Agustina existió y llevó a cabo la entrega de documentos de vital importancia para España en la Guerra. Cabe destacar que "Agustina de Aragón" fue, probablemente, una de las más trabajadas superproducciones españolas del momento. Distante de la mediocridad técnica de otros filmes patrios del momento, "Agustina de Aragón" presenta (o pretende presentar) un apartado técnico que parece no haber reparado en gastos: cuidados decorados (algunas escenas están rodadas incluso en escenarios reales, como la catedral de la ciudad) y correctos efectos especiales, vestuario y fotografía. Lástima de la pésima edición del sonido, que apenas es audible en las escenas con música. El montaje es pasable aunque tampoco es destacable: se abusa sobremanera del fundido en negro y de los planos medios (aunque aparece algún que otro primer plano de la hermosa Bautista).Si bien la película no es todo lo mala que podía ser en cuanto a la factura técnica, sí resulta ser bastante caótica en lo que el apartado actoral se refiere. Pese a contar en su reparto con nombres fundamentales como Fernando Rey o, en menor medida, la propia Aurora Bautista, las sobreactuaciones son constantes y chirriantes. Y aunque el patriotismo dado puede reproducir perfectamente al que ocurriese allá por 1808 (bien es sabido que España fue una de las pocas naciones que opuso gran resistencia a la invasión Napoleónica) este llega a cansar por su reiteratividad e hiperbolización. Aurora Bautista está hermosísima, pero su interpretación carece del carisma suficiente para tratarse de la heroína del filme.En resumen, una película patriótica y muy de su momento. Gustará si se es amante de la Historia española y, concretamente, del período de la invasión de Napoleón, aunque desde el punto de vista cinematográfico es mediocre, larga y exagerada. No obstante, se deja ver.



DIRECTOR
Juan de Orduña
GUIÓN
Juan de Orduña, Vicente Escrivá (Historia: Ángel Fernández Marrero, Clemente Pamplona)
MÚSICA
Juan Quintero
FOTOGRAFÍA
Theodore J. Pahle, Mariano Ruiz Capillas (B&W)
REPARTO
Aurora Bautista, Fernando Rey, Virgilio Teixeira, Eduardo Fajardo, Manuel Luna
PRODUCTORA
CIFESA




SINOPSIS
Durante el asedio de las tropas francesas de Napoleón a la ciudad de Zaragoza, Agustina, joven prometida a punto de contraer matrimonio, se ve complicada en un asunto secreto del Estado. Encendida de patriotismos, decidida y valiente, se pone al frente de los aragoneses, a los que estimula y anima con su valor y su patriotismo. Agustina rompe con su prometido al enterarse de que se ha vendido a los franceses y se enamora de un bravo baturro llamado Juan. Animados por Agustina, figura inmortal en la historia de España, los aragoneses logran arrojar a los franceses de su territorio y obtener la victoria para ellos y para su patria.


domingo, 15 de mayo de 2011

Inicios



Las primeras exhibiciones cinematográficas en España tuvieron lugar en las fiestas de San Isidro de 1896 en Madrid, en la Carrera de San Jerónimo, 32, mediante el Animatógrafo, sistema también conocido como Teatrograph y derivado del Kinetoscopio de Edison, modificado por el inglés Robert William Paul y puesto a punto en mayo de 1895. La première de esta primera exhibición española se hizo el 11 de mayo de 1896 en el circo Parish de la plaza del Rey, en los jardines de la Casa de las Siete Chimeneas. Solo dos días después (13 de mayo) llegarían las imágenes del Cinematógrafo Lumière, que traía Alexandre Promio.


La primera película española fue Salida de la misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza, y que ilustra esta entrada, rodada por Eduardo Jimeno Correas, que con su padre Eduardo Jimeno Peromarta, fueron quienes primero se hicieron con un aparato Lumière, adquirido en junio de 1896 en la misma fábrica de los Lumière en Lyon. Con esta cámara rodaron en las Fiestas del Pilar de 1896 (del domingo 11 de octubre al domingo 18 de octubre) dos películas, la Salida de Misa del Pilar y Saludos, en los dos domingos consecutivos. Esta fue la primera película producida y rodada por un español, pues operadores de Lumière, como Francis Doublier, ya habían rodado en España, a finales de 1895, una corrida de toros.


Más tarde, en abril de 1896, el operador de cámara francés Alexandre Promio rodó en Madrid, Vistas de la Puerta del Sol, y en Barcelona, Plaza del puerto en Barcelona. También se rodó la anónima, Llegada de un tren de Teruel a Segorbe.


La primera película con argumento fue Riña en un café (1897), del prolífico fotógrafo y director barcelonés Fructuós Gelabert.


El primer director español de éxito internacional fue Segundo de Chomón, que trabajó en Francia e Italia.